Justo hace una semana estábamos platicando sobre la barbarie que se había cometido en el «Casino Royale». Por otro lado, hace poco más de un año daba comienzo el «Mes Patrio del Bicentenario» y lo comentaba con ustedes en este mismo espacio (El Mito Bicentenario). Hoy, en un día bastante gris y lluvioso, al menos al sur de la Ciudad de México tenemos algunas cosas que podemos comentar.
Sangre : siete días después del evento trágico ocurrido en Monterrey me encantaría platicar con ustedes de cosas más agradables, pero la realidad, o al menos una de sus facetas, se empeña en negarnos esa posibilidad. Los habitantes de esta ciudad solemos pensar que la violencia y los narco-temas son cosa del norte del país, pero ayer mismo tuvimos un suceso lamentable «a la vuelta de la esquina»: El hallazgo de los cuerpos sin vida de las periodistas Ana María Marcela Yarce Viveros y Rocío González Trápaga en la Delegación Iztapalapa.
Y una de las razones para esta falsa noción de seguridad de los habitantes de esta ciudad es que los medios masivos de comunicación, especialmente los «noticiarios» de Telerisa y TV Azquea, siguen siendo la principal fuente de información del grueso de la población. Pues en estos espacios pseudo-informativos esta noticia ni siquiera mereció un pie de página, prefiriendo continuar con el circo generado desde hace una semana.
Así pues se prefiere pensar que es en el norte donde hay problemas, pues la alternativa, que la violencia del crimen organizado también existe a las afueras de nuestras puertas, es bastante horrible para siquiera ser considerada. La profesión de los periodistas, encargados de buscar la verdad sobre cualquier suceso y hacerla pública para el resto de los mexicanos, sigue siendo una de las más peligrosas en este país olvidado de la creación. Baste recordar el asesinato del periodista Sinaloense Humberto Millán y otros cientos ocurridos en total impunidad.
Entre la sangre derramada por los criminales y los políticos que no toleran las preguntas incómodas, se insiste en que el asesinato de Millán es un crimen político, tenemos sobrados ejemplos de la total impunidad que impera en nuestro país. Realmente no encuentro demasiados motivos para pensar que este mes podamos celebrar nada. Cierto es que esto es solo parte de nuestra realidad, pero esta sola parte eclipsa la mayoría de lo demás.
Incompetencia : a menos de una semana de lo ocurrido en Monterrey resulta que ya hay detenidos por aquel hecho tan lamentable que causó la muerte de 52 personas, en su mayoría mujeres, y que conmocionó por enésima vez a este país. Un país tan acostumbrado ya a la violencia, lo que es una tragedia por si misma, que ya no esperaba que los culpables fuesen hallados, pero al parecer lo fueron y demostraron que lo que hace falta es ganas de hacer las cosas y que hay una absoluta incompetencia del Poder Judicial.
Resulta que prácticamente todos los detenidos por el acto terrorista de hace una semana tenían antecedentes penales, como era de esperarse, y que debido a la incompetencia de la Procuraduria de Justicia del estado fueron puestos en libertad. Sabemos que en este país no se sabe montar un expediente para probar la culpabilidad y que como consecuencia hay cientos de inocentes en la carcel y miles de culpables en las calles.
Debido a lo suigéneris del caso de Monterrey, y al impacto que causó, la procuraduria del estado detuvo con presteza a los involucrados, demostrando que bien pudo haberlo hecho antes pero no se le díó la gana. Si ya tenían identificados a estos sujetos por delitos anteriores ¿Como demonios es que seguían disfrutando de la libertad para delinquir? ¿Que incentivo perverso tienen las autoridades para evitar a toda costa el cumplir con su deber?
Y como solemos decir en México : «Una vez ahogado el niño, a tapar el pozo». Trás lo ocurrido resulta que ahora si el SAT y las «autoridades de justicia» se pusieron a revisar y clausurar los establecimientos similares al Casino Royale, que por cierto siguen siendo muy concurridos demostrando una estupidez que sobrepasa toda medida. Justo este mismo escenario ocurrió con «El Caso Cabañas» … justo como entonces, las autoridades son incapaces hasta que ocurre una tragedia … pobre país.
Masturbación : desde hace ya varios años que el primero de septiembre ha dejado de ser conocido como «El día del Presidente». Anteriormente, como todos deberíamos recordar, este día era cuando el presidente asistía al llamado «Congreso de la Unión» a recitar una perorata sin mucho sentido. A cambio de esta perorata recibía algunos abucheos, pero mayoritariamente aplausos de sus subalternos, mientras el resto del país observaba en medio del pasmo y la incredulidad.
Bueno, pues ese show de complacencia y supuesta armonía de la «Clase Política», ha sido reemplazada por dos de autocomplascencia. Por un lado tenemos ahora el poder legislativo manifestando su postura ante el informe, cuando la persona que se lo entrega no se encuentra presente, monólogos en lugar de diálogos, para su propio deleite; y por otra parte el titular del Poder Ejecutivo realizando un show en el museo de antropología con «invitados selectos» condicionados para aplaudir y alabar ante la aparición de cualquier coma en el discurso.
Mientras estas sesiones públicas de masturbación de uno u otro «poder del estado» ocurren, bastante patéticos por cierto, el resto de los habitantes y ciudadanos de este país seguimos en el papel que tradicionalmente desempeñamos desde el PRIato y hasta nuestros días: Ser espectadores sin mayor importancia para aquellos que poseen y ejercen el poco poder «oficial» que aún queda.
En el més patrio lo que menos importa es justamente eso, La Patria. Esa misma concepción de patria, la madre de los mexicanos, tan anacrónica, desgastada y vacia que los políticos siguen empeñados en restregarnos una y otra vez. Yo personalmente prefiero pensar en el concepto de país, lo que no ayuda mucho en si pues está tan violado y abandonado como la patria de que hablan los otros. En fin, que seguiremos tratando de sobrevivir en este territorio mientras todo parece derrumbarse.
PD: Como les decía, quisiera haber platicado de temás más agradables, pero negando la realidad como lo hacen muchos medios por su famoso «pacto de cobertura» no me parece aceptable. Les agradezco sinceramente que se hayan tomado unos minutos para visitar este espacio. Les recuerdo que las imágenes y los elementos multimedia son propiedad de sus respectivos autores. Hasta la Próxima.